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Oración por las almas en el purgatorio




Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que está en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí. Santo Tomás Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73

Rezar por lo menos, tres Padrenuestros por las siguientes intenciones:
1. Por el alma más abandonada del Purgatorio.
2. Por el alma que más padece en el Purgatorio.
3. Por el alma que más tiempo ha de estar en el Purgatorio.




Oración inicial

Abrid, Señor, nuestros labios; alentad nuestros corazones y limpiadlos de vanos, impuros e impertinentes pensamientos; ilustrad nuestro entendimiento, inflamad nuestra voluntad, para que, con todo nuestro corazón, meditemos los pasos de vuestra Sagrada Pasión y muerte, con los acerbísimos dolores de vuestra Madre Santísima, y merezcamos sor oídos ante el acatamiento de vuestra Divina Majestad, que vivís y reináis en todos los siglos. Amén.




ORACIÓN A SAN NICOLÁS

¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mí, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Amén



ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO


Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza.

Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.





Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas almas del Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados. A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia! Ayudad a mis hermanos y parientes. Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales. Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos. Ayudad a cuantos debo amor y oración. 
Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado.
Ayudad a los que han faltado contra mí. 
Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección.
Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos.
Ayudad a los que os desean más ardientemente.
Ayudad a los que sufren más.
Ayudad a los que están más lejos de su liberación.
Ayudad a los que menos auxilio reciben. 
Ayudad a los que más méritos tienen.
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres.
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo.




Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho.
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado. 
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos.
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte.
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante.
Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado.
Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes.
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas.
Ayudad a los defensores de la santa fe. 
Ayudad a los caídos en los campos de batalla.
Ayudad a los sepultados en los mares.
Ayudad a los muertos repentinamente.
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.
Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
Que en paz descansen. 
Amén.



Oración por los Familiares en el Purgatorio


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. 
Mira con piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. 
Oye mi clamor de compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.
Amen.
Oración por las Almas del Purgatorio
Padre misericordioso, en unión con el templo universal Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio.
Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.
Amable Salvador, Jesucristo.
Eres el Rey de reyes en el país de la dicha.
Te pido que por tu misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N...........
Llévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. 
Amable Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. 
Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. 
Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. 
Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.
Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna.
Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo:
"¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).




Oración por las Benditas Ánimas del Purgatorio

Dios misericordioso, que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, imploramos tu clemencia para que, por la intercesión de María Santísima y de todos los santos, concedas a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han salido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad.
Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las almas benditas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, clementísima Señora, si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo. Amén.
María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener obligación, sea de caridad o de justicia. 
Dios te salve María.....
Dales, Señor el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
María, Reina del Purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas y a las cuales nadie recuerda; tú Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesús, tus méritos y los de los santos, y alcancen así el eterno descanso.
Dios de salve María.....
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén. María, Reina del Purgatorio: te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María.....
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén. María, Reina del Purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María.....
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
María, Reina del Purgatorio: te ruego de un modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María.....
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.



Oración

Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas almas del Purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado.
Amén. 


Acto heroico de caridad por las Benditas Almas del Purgatorio

Dios mío, para tu mayor gloria y por los méritos de Jesús y de María, te ofrezco y cedo por las almas del Purgatorio la parte satisfactoria de todo el bien que haga y de cuantos sufragios reciba después de mi muerte. Dispón de todo según tu santa voluntad.
Devoción de los cien Réquiem
Este piadoso ejercicio, en sufragio de las Almas del Purgatorio, se compone de diez Padrenuestros y de cien Réquiem. (Dales Señor, el descanso eterno). Se puede usar un Rosario y pasarlo dos veces, diciendo en cada misterio:
Un Padre nuestro. 
La invocación: "Jesús mío, ten misericordia de las Almas del Purgatorio, especialmente del alma de ___________, o bien del alma más olvidada". 

Diez veces la jaculatoria: "Dales, Señor, el eterno descanso. y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.




ALMAS DEL PURGATORIO
MODO DE PRACTICAR ESTA PIADOSA DEVOCIÓN

Para hacer este ejercicio, cada uno puede servirse de un rosario común de cinco decenas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena de Réquiem.
Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta forma:
Dadles, Señor, el eterno descanso y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y ofrenda siguientes:


JACULATORIA

Almas santas, almas purgantes, rogad a Dios por nosotros, que nosotros rogaremos por vosotros para que Él os dé la gloria del paraíso.


OFRENDA

Padre eterno, os ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores.
En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande. Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se rezará la siguiente oración:


DE PROFUNDIS
Salmo CXXIX de David

Desde el profundo abismo de mis penas a Ti clamo, Señor, de noche y día; oye, mi Dios, los incesantes ruegos de un corazón contrito que se humilla.
Estén gratos y atentos tus oídos a mi voz lamentable y dolorida:
A Ti mis ayes y gemidos lleguen pues a escucharlos tu piedad se inclina. ¿Si siempre airado tus divinos ojos sobre las culpas de los hombres fijas, quién estará confiado en tu presencia, 
Confundiéndonos sólo ante tu vista? Más la eterna palabra de tu seno que aplaque espero tus terribles iras; porque son inefables tus promesas y con tus gracias pecador invitas.
Así aunque mi alma acongojada gime contemplando el rigor de tu justicia, por tu palabra la indulgencia espera, de que la hacen culpas tan indigna.
¡Oh pueblo electo! De mañana y noche, en todos tus peligros y fatigas, acógete al Señor con la confianza que en su ley soberana nos intima.
Porque es inagotable su clemencia; se muestra con los flacos compasiva; de todas sus miserias los redime, y siempre que le claman los auxilia.
Este Dios abrevie el tiempo en que logre Israel su eterna dicha cuando de tus pecados la liberte, que con tanto rigor la tiranizan. 
Encomendémonos ahora a las almas del Purgatorio y digamos:
¡Almas benditas! nosotros hemos rogado por vosotros que sois tan amadas de Dios y estáis seguras de no poderlo más perder: rogadle por nosotros miserables que estamos en peligro de condenarnos para siempre.
¡Dulce Jesús, dad descanso eterno a las benditas almas del Purgatorio! Así sea.


LUZ INTERIOR AMONRA UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO.
FELILUXOR FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA CONSERVACIÓN A LO QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS NOS HA DADO COMO HERENCIA KARMICA TRABAJANDO EN COMUNIDAD POR LA CONTINUIDAD DE LA VIDA.
RECUERDA SIEMPRE LA DIFERENCIA ESTA EN TI…


FIAT LUX
FELILUXOR

Red de luz interior Amón ra Chile
Desde Chile al mundo.
Para él despertar vuestro templo interior, en bien de la vida y la humanidad.
Feliluxor
Fe y Felicidad en la luz de oro.

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